FERROL US
DETROIT
Estos días ha sido noticia la declaración del
estado de bancarrota de la ciudad de Detroit. Y empiezo a ver similitudes y
paralelismos con Ferrol y comarca.
Esta ciudad que
fue fundada en el siglo xviii por comerciantes de pieles franceses, pero no es
hasta el principio del siglo xx, cuando Henry Ford en un pequeño taller
fundaría un negocio que a la postre alteraría para siempre la ciudad, mas tarde
los hermanos Dodge y Walter Chrysler ayudarían a esa transformación.
En los años cuarenta, durante la II Guerra Mundial,
de sus fabricas salía el 35% de los proyectiles empleados en el conflicto, en
la factoría Ford se producía un bombardero B-24 cada hora. Durante este ¨boom¨
económico la ciudad se lleno de trabajadores de todas partes.
Es en las
décadas de los 70 y 80, cuando debido a los sucesivos aumentos de los
combustibles y la crisis económica se confirma la sospecha, el modelo de
desarrollo económico de Detroit es insostenible, durante estos veinte años se
perdieron en la ciudad más de 800.000 puestos de trabajo solo en lo que se
refiere a las tres grandes compañías del automóvil, Ford, GM y Chrysler. Las fabricas de coches donde trabajaban la
mayoría de la población se trasladaron progresivamente a Europa y Asia,
generando un gran paro y creación de ghettos sobretodo de población
afroamericana, esto desemboco en que a día de hoy más de la mitad de las
viviendas en la ciudad están abandonadas, el paro ronda el 50% y tiene los
impuestos más caros de todo Estados Unidos. Debido al paro y a la delincuencia
la población caucásica ha abandonado la ciudad y prácticamente el 90% de la
población es negra.
Es entonces
cuando comienza el éxodo masivo de trabajadores, que buscan en California y
Chicago un futuro. Ya no es cuestión de que los motores económicos se
impliquen, sino de que funcionen al ritmo de antes. Ford y General Motors han
regresado a las ganancias este año después de un quinquenio de pérdidas... y de
recortar de 32 a 14 dólares el precio de la hora de trabajo. Chrysler, que se
ha desprendido del 54% de su plantilla, continúa con el balance en negativo.
A
diferencia de los años de posguerra, hoy
el americano medio no siente vergüenza al conducir un Saab, un Hyundai o un
Toyota. Como explicaba el alcalde David Bing a principios de año, "la era
industrial tal y como la conocíamos, ha concluido. Es momento de afrontarlo y
mirar al futuro".
Pero la
sangría continúa. Desde 1950, Detroit no ha visto engordar un censo de
población y el volumen de desempleados reales flota en torno al 35%.
En cuanto a
la fundación de Ferrol fue resultado de una decisión política. La nueva dinastía de los Borbones después
del Tratado de Utrecht, decidió
reorganizar la Marina de Guerra. A tal
fin, se dividió el litoral peninsular en tres departamentos marítimos, en torno
a cuyas capitales se instalaron otras tantas bases navales y arsenales. La capital del Departamento del Norte vino a situarse en la 'ría' -estuario- de Ferrol. Durante el reinado de
Fernando VI y bajo mandato del Marqués de Ensenada, entre 1746-1754, los
astilleros y tinglados civiles y militares se trasladan a su actual
emplazamiento ría adentro, buscando aguas de mayor calado y un espacio
adyacente al litoral adecuado para construir una nueva ciudad. La nueva industria depende de decisiones,
financiación y tecnología exteriores. Y
las ventajas estratégicas ligadas a su localización y a lo inexpugnable de su
estuario se desvanecerán gradualmente, en función de los cambios experimentados
por la geopolítica internacional y por el arte de la guerra.
En
consecuencia, la reactivación de las instalaciones dependerá cada vez más de
decisiones políticas, en favor de Ferrol o de centros alternativos.
La ciudad
experimentará fases de auge o decadencia según la coyuntura económica y
política favorezca a la Marina de guerra y a los astilleros. Después de la
Guerra Civil, el favor del Estado
explica la reactivación de la industria naval en Ferrol. La Sociedad Española
de Construcción Naval era nacionalizada y denominada Bazán: enclavada en
Esteiro, se especializaba en proveer a la Armada. Astano nacía en 1941 en el
vecino ayuntamiento de Fene, y será la marina mercante su principal cliente.
Astano experimentó una rápida expansión, sobre todo desde 1962, cuando el
Primer Plan de Desarrollo otorgaba inversiones cuantiosas a Ferrol. Mientras la
industria naval llegaría a emplear a más de 20.000 obreros, la ciudad duplicaba
su población pasando de 35.000 habitantes en 1935 a 77.000 en 1950.
En 1975, la
muerte del dictador y la transición a la democracia crearon una nueva coyuntura
política
Mientras tanto, la
internacionalización de la economía española iba a mostrar que el modelo de
economía de enclave en que se había basado la ciudad durante el Franquismo era
inviable.
El proceso
de entrada de España en la Comunidad Económica Europea determinaba a lo largo
de la década de 1980 que el gobierno español -en manos socialistas- pusiera en
práctica un programa de reconversión de la industria naval, que vino a afectar
con enorme dureza a los astilleros ferrolanos.
La entrada
de España en la OTAN suponía también una reestructuración en profundidad de la
Marina y el Ejército de Tierra, y una fuerte reducción de sus efectivos en la ciudad.
En poco más de una década Ferrol perdía un 10% de su población.
En la primera
década del siglo xxi, surge una
reactivación económica con el
relanzamiento de la industria naval y las actividades de servicios en torno a
la Marina, que parecía preparado para que en el año 2000 con la fusión de los sectores
civil y militar de los astilleros públicos españoles, lo que se concretaba en
Ferrol en la integración de las empresas Astano y Bazán primero Izar y luego
Navantia.
Detrás de
una fría cifra siempre suele haber personas, ocurre con los parados.
Como en Detroit los coches eran su motor economico principal, en Ferrol y su
comarca saben muy bien que su motor, su vida, son los astilleros,
unos astilleros, como los de Navantia, que llevan seis años sin conseguir carga
de trabajo y que cada día, a cuentagotas, unas veces más grandes y otras veces
más pequeñas, ven con impotencia cómo salen trabajadores por sus puertas por
última vez. Su destino, engrosar las abultadas listas del paro. Y despues del ultimo varapalo dado por la UE y el señor Almunia con lo de devolver las ayudas, que ocurrira.
¿Se convertira Ferrol en un mini Detroit?
Después de una reconversión naval brutal en los años ochenta y noventa. A
principio de los años 2000 Ferrol era una ciudad en crecimiento, aumentaba la
población, había carga de trabajo en los astilleros, se creaban empresas y casi
de repente empieza a decaer, más del 20% de paro, goteo de población constante, pierde vida, pierde futuro, la
gente se va de la ciudad, casas y edificios abandonados, comercios cerrados.
Pensarlo bien.
La ilusión de toda una vida, trabajar en Astano.
ResponderEliminarSoy de Perlío, y me crié a la sombra del astillero como tantos otros en todo Fene.
Buena parte de mi familia es de Perlío desde muchas generaciones atrás. Desde siempre.
Todo ese pasado hace que sienta un arraigo especial por Perlío y por Fene.
Hoy, con el título de Ingeniero debajo del brazo desde hace dos días, trabajar en el viejo astillero es poco menos que imposible, y en el resto de la comarca pinta de un gris parecido.
¿Qué opciones tenemos aquí los jóvenes?
Como queriendo darnos una pista a todos, desde su casa de Barallobre, ese hombre de la maleta nos recuerda que esto no es nada nuevo, y que la opción de irse está ahí para quien esté dispuesto a hacerlo.
Quizá algún día haya sitio para nosotros en esta comarca, preciosa como pocas en España, y llena de gente impresionante.